¡Es Hora de Ser Real es un trabajo terminado para nosotros! Comenzó bajo la convicción firme de que Dios nos daba la gracia de trabajar en él (Efesios 3:8) y lo dejamos cuando tuvimos también la certeza firme de que se había terminado nuestro tiempo en este ministerio. ¡Fue una tarea principalmente de advertencia, amonestación y confrontación (2 Timoteo 3:16,17)! Al mirarlo con el correr del tiempo, podemos ver con más claridad que por la gracia de Dios tuvo sus aciertos , pero que también tuvo sus excesos y errores . Cada uno sabrá discernir qué fue lo uno y qué fue lo otro. En el último tiempo (año 2009) comenzamos a ver que lo que había comenzado como una alerta sincera ante la terrible condición tibia y libertina de una gran parte de la Iglesia, de pronto se convertía en un nuevo engaño. Todos ahora querían ser el nuevo "revolucionario" que se animaba a decir "apóstata", "hereje" y "lobo rapaz" a cuanto se le acercara. De pro...
Ahora es nuestro turno.